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Criar en Colombia: cómo es el desarrollo en un país con tradición en polo pero sin tanta actividad

El polo de Colombia tiene mucha histora y tradición. Y si bien la cría no es tan fuerte como en otros países, hay distintas organizaciones que desarrollan esta pasión. Dos de ellas son Cría Colón, de Pedro Montoya, y Santa Ana, de Nicolás Sáenz.


En esta nota ambos cuentan sobre sus experiencias y sobre cómo es llevar adelante esta actividad en Colombia, con sus beneficios y desventajas.


Pedro Montoya / Cría Colón

“Nos hemos enfocado en hacer un gran equipo de trabajo reuniendo grandes talentos locales y apoyándonos en personas de Argentina e incluso Venezuela”

Nuestra cría se llama Cría Colón. La comenzaron mi papá y mi tío en los años 90, juntando yeguas argentinas que llegaron a Colombia y que se iban rompiendo. Sacamos un embrión de una gran yegua jugadora de Palermo y del US OPEN llamada la Cicatriz, con un caballo puro llamado Pitsburg. De ahí salió Invierno, el primer padrillo nuestro y pilar de nuestra cría.

En los años siguientes seguimos criando de esa manera metiendo distintos padrillos, hasta que en el año 2012 empezamos con los embriones. Hoy solo sacamos a nuestras mejores yeguas y madres con padrillos nacionales o importados, pero siempre nos gusta que sean probados como padrillos. Sacamos cerca de 20 embriones por año que son para el equipo nuestro y algo para venta. Esto para nosotros, como familia, es nuestro sentido de vida. Es mucho más que un hobbie o un pasatiempo.



La cría de caballos es nuestro tema principal en el día a día. Trabajamos en nuestro negocio para poder hacerlo y no hay nada más lindo que un potro criado por uno mismo que, desde que decides el cruce de madre y padre, te imaginás llegue a jugar torneos y sea bueno dentro de la cancha. Esa es la mayor satisfacción para nosotros.


En cuanto a Colombia, las mayores complicaciones para criar en paises como el nuestro es que no contamos con la infraestructura que tienen en Argentina. Los suelos nuestros no son nunca tan fértiles como los de allá y por eso, para poder sacar productos de calidad, hay que estar suplementando y dando alimento, cosa que lo hace costoso. Además, aunque con el tiempo se ha invertido mucho en esto, no hay la mano de obra calificada suficiente para la doma y hechura de los caballos.



Pero pese a todo eso es una pasión que tenemos y nos encanta hacerlo. Nosotros estamos muy enfocados en sacar productos de buena calidad y por eso hemos mejorado nuestra genética con yeguas de destacadas líneas y padrillos que han llegado al país con las mejores sangres del mundo. Incluso, clonamos al Polo Nevadito que es un caballo que por sus características nos puede dar grandes resultados en el polo colombiano.


Nos hemos enfocado en hacer un gran equipo de trabajo reuniendo grandes talentos locales y apoyándonos en personas de Argentina e incluso Venezuela. La idea es poder sacar los mejores caballos posibles para poder disfrutar el deporte.


 

“Posibilidades para crecer en Colombia hay un montón. Tenemos ese gran reto de darnos a conocer”


Nicolás Sáenz / Cría Santa Ana


Cría Polo Santa Ana arrancó alrededor del año 1959 con mi abuelo, Camilo J. Sáenz. Parte de su genética viene de Argentina, ya que fue muy amigo de Luis Garrahan y le compraba caballos a él. El resto de la genética arrancó en los hipódromos de Colombia, con los caballos de las carreras en la época que había criaderos de caballos puros.


Camilo J Saenz recibiendo el trofeo de mejor yegua de la final de la Copa Uribe para SA Cumbia. “Una de nuestras mejores madres, sin duda alguna, y con dos clones nacidos que sabemos que van a seguir haciendo historia en nuestra cria”, publicaron en el Instagram de @polosantaana


Luego en los años 80, ya con mi padre, Guillermo Sáenz involucrado en la cría, arrancan a traer padrillos importados de Argentina. Mi abuelo siempre tuvo buenos amigos allá, así que siempre pudo traer buena genética que le vendían. Trajo sangre de Martin Reynal, de Roberto James, de Gonzalo Tanoira y Gonzalo Pieres entre otros.


En la actualidad, estoy involucrado yo en la operación. Hace ya más de 10 años, cuando arrancó el boom de los embriones en Colombia, comenzamos con esta nueva técnica, gracias a Ernesto Rojas y su equipo de Bio Horse, llevamos varios años haciendo alrededor de 30 embriones por año. Todas las combinaciones las hacemos con yeguas nuestras que vienen de la genética traída por mi abuelo todos los años anteriores con combinaciones de puros sacados de las carreras, con padrillos importados de Argentina de las crías GT, Ellerstina, 25 Embriones, Irenita, Cría Oriental y La Vanguardia, entre muchas otras. El último avance genético que tenemos en Colombia es la clonación, un servicio también prestado por Bio Horse, que ha logrado lo que una vez pensamos que era imposible.



La mayor dificultad que tenemos en este momento en Colombia es que el mercado es muy limitado. Es difícil darse a conocer al resto del mundo siendo un criadero colombiano ya que nuestro polo es muy pequeño. Hace un año llevamos un lote de caballos para Estados Unidos donde jugué los torneos de 22 goles en Wellington, todos con caballos de nuestra cría lo cual nunca imaginamos que íbamos a lograr. Eso fue muy satisfactorio para todo el equipo de trabajo. Ya hemos vendido algunas yeguas de nuestra cría en Estados Unidos, pero es difícil darse a conocer y abrir ese nuevo mercado.


Colombia como país tiene varios beneficios para criar caballos. El primero es que, al no haber estaciones, y estar ubicados en el “centro del mundo”, las yeguas ciclan todo el año y tenemos temporada reproductiva los 365 días para poder aprovechar y sacar la mayor cantidad de crías posibles. Lo segundo, que también tiene que ver con la ubicación, es que estamos muy cerca de Estados Unidos. Esto es bueno ya que ahí es donde está nuestro mayor público objetivo a la hora de vender caballos y la adaptación de ellos es muy rápida ya que no tienen que cambiar de hemisferio.


SA Capita (SA Caperuza x Open Chaleco) BPP women’s 22 Goal Port Mayaca


Siempre es importante mantenerse al día con la genética, buscando ese mejoramiento y hacer las combinaciones adecuadas. Posibilidades para crecer en Colombia hay un montón, ya que como lo mencioné anteriormente, las yeguas ciclan todo el año. Si logramos abrir nuevos mercados y vender más caballos en el resto de países donde se juega polo, podríamos empezar a crecer hasta donde nos lo permita. Por el momento, tenemos ese gran reto de darnos a conocer.









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