Es un gran año para Rufino Bensadón. Aunque todavía falte toda la temporada de primavera en nuestro país, ya tiene suficientes motivos para brindar a fin de año. Ganó muchos torneos, jugó para Argentina en la Copa de las Naciones, y ahora suma la conquista de la Copa de Oro de Deauville, uno de los torneos más importantes del calendario francés y de Europa.
“Fue un final divertida. En un momento íbamos ganando y después se nos pusieron dos y medio arriba, y al final pudimos ganar bien, por tres goles y medio”, le dijo Rufino a CLICKPOLO sobre el triunfo de In The Wings por 11 a 7 y1/2 sobre Land Rover, en donde compartió el premio a MVP junto a André Fabre.
Rufino, de 16 años, es una de las grandes promesas del polo argentino. Mientras juega, también estudia: “Estoy en quinto año. Me falta terminar quinto y todo sexto, pero vengo bastante bien. Me arreglo, me mandan cosas por mail y lo hago, y a fin de año rindo libre. Por ahora me va bien. Yo me meto presión para que me vaya bien”.
Sobre jugar con su papá, dice: “Es divertido. Hay veces que me río y veces que me enojo, pero siempre me tira buena onda. Queda todo en la cancha”. A Rufino le quedan unas semanas de polo en Francia antes de volver a jugar en Argentina: “Acá jugamos el Open de Francia en Chantilly y después en Argentina juego la Campaña (por ahora), con el mismo equipo que jugamos la Presidente con mi papá”.
Rufino Bensadón, el chico de Oro de Deauville.