“Empecé de chico en los poleros, que es un campo que queda de mi tío político Félix Crespo. Jugaba con mis primos y mi hermano, en una cancha chiquita, hasta que más o menos me pude largar solo y empecé a jugar junto con ellos en La Cañada. Di mis primeros pasos y después con el tiempo nos fuimos con mi hermano a cuidar a Open Door, a unas caballerizas que alquilamos”.
Así relata Felipe Martínez Ferrario sus comienzos en el polo, que en este Otoño lo encuentran en el pico de su carrera, al menos en hándicap, con su ascenso a seis goles. Para él la suba tiene un plus: “Con Alejo Aramburu estuvimos jugando hace tiempo y esta temporada de Otoño todo lo que había lo jugamos juntos y eso nos dio la posibilidad de haber subido a 6 goles. Subimos juntos, así que estamos contentos porque también esto nos abre las puertas para jugar en otra categoría, esperemos estar a la altura”.
Felipe Martínez Ferrario, un nuevo seis goles que suela con más.
“Ahora podremos ver si estamos a la altura de torneos más importantes”
“Mi historia en el polo arranco acá en Alejo Ledesma, que esta a 60 km de Venado Tuerto, donde tenemos el campo. Arranqué de chiquito a andar a caballo y a jugar. Mi primer torneo lo jugué cuando tenía 10 o 12 años en Venado Tuerto, donde arrancó mi viejo y donde seguí yo. Estuve 4 o 5 años más en Venado y me fui para Buenos Aires a terminar el colegio”.
Ese fue el inicio de Alejo Aramburu en el polo. Un comienzo basado en el polo del interior, como el de tantos otros jugadores.
Sobre la suba de hándicap, dice: “Está buenísimo porque siempre es positivo ir para arriba y porque esto nos abre la puerta para jugar otras cosas. Ahora podremos ver si estamos a la altura de torneos más importantes y, si no estamos, hacer todo lo posible para poder jugarlos y año a año ir mejorando”.
Alejo Aramburu, otro producto del polo de Venado Tuerto.